No soy buena en esto del amor, a veces media bestia, a veces bestia total...
Y no es que odie dicho sentimiento, como que tampoco odio a los hombres por lo que nos puedan hacer sentir, de hecho a este último les agradezco nos provean buen sexo.
La verdad es que me prometí a mí misma no lidiar con esto del amor, es que a veces es algo complicado, si! Tanto o peor que intentar hallar “limites” en matemáticas, las odio!!! Pero evidentemente son innecesariamente necesarias, por ejemplo para contar a los chicos con los que tuve buen sexo, aunque claro, para esto no necesito una calculadora, tengo suficiente con una mano, está el buen Eddie, el alocado pero no menos, Henry y por ultimo Antony, para este último solo tengo flores, este niño era mucho menor que yo, pero entre sabanas, era mismo Christian Grey, a sus cortos 19 años tenía mucha experiencia, tenía manos grandes y suaves, le excitaba deslizarlas por mi espalda, de arriba abajo y terminaba en mis caderas, ahhhh!! Que buenos tiempos, aunque claro eso se terminó cuando me dijo “te amo” yo solo dije “Gracias, me pides un taxi” porque lo hacen tan complicado, le dije “no te enamores” y me sale con huevadas.
En fin… vuelvo al punto, cuando digo amor, no me refiero al que siento por mi madre o por las “santurronas” de mis hermanas, quienes por cierto a veces no tienen nada de santurrona, pero ya! yo me refiero al amor que se llega a sentir por alguien más, ese que nos vuelve estúpidas, el que nos hace enviar regalitos, escribirles cartas, y hacer chucherías. Por un carajo!! Cupido es una mierda que no coopera en nada, me jodió la vida.
Mauricio es un tipo nada agraciado, con su metro 1.65, tez trigueña, ojos grandes, labios gruesos, es un tanto simplón, pero claro si me tomé el trabajo de escribir sobre él, pues algo debe tener, y les doy toda la razón, el tipo tiene otros “encantos” y no es precisamente su pene.
Nos conocimos hace 6 o 7 meses , en un evento de trabajo, aunque coincidimos 3 veces en el mismo, la primera vez ni lo vi, de hecho ni siquiera imagine que tendríamos una cita, en la segunda reunión cruzamos palabras, aunque fue más que eso, quiso imponerme lo que tenía que hacer, creo que eso lo volvió "interesante" desde entonces interactuamos por las redes sociales, me pidió mi whatssap, yo le di un "hola :)" me pidió una cita y hoy estoy acá, re-cagada.
Cuando inicie la comunicación con él por whatssap, confieso que era un tanto aburrido, hablaba de su trabajo, o sea tenemos temas en común por que ambos somos abogados, pero ya!!! Por un carajo, ya cállate!! Supongo pensó “Ella es seria, algo nerd, le hablo de trabajo, no fallara” maldición yo quería que me hable de lo deseable que soy, como sea, luego todo se salió de control, prácticamente me sentía idiotizada, tal cual Saylor Moon por Tuxedo Mask, han visto el manga?? Bueno tanto o más estúpida que ella estaba yo, los textos y llamadas eran a diario, día, tarde y noche y eso me gustaba, de que hablábamos?? De todo!! Juegos, chistes, tonterías, del día a día y hasta de sexo, hey!! si me preguntan si eso me ponía caliente, lo negaré.
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